Hay lugares del mundo en los que, por cuestiones climáticas, geográficas o culturales, está prohibido morir. Uno de ellos es Svalbard, el pequeño pueblo en el que tampoco está permitido nacer. Las embarazadas, las personas ancianas y los enfermos terminales saben que llegará el momento impostergable de mudarse.
Sumate al viaje para conocer el origen solar de las impactantes auroras borealesUna ley sancionada hace más de medio siglo en Svalbard prohibe a sus habitantes morirse en el pueblo. La pequeña ciudad noruega está a pocos kilómetros del Polo Norte y las condiciones del suelo tienen tan baja temperatura que los cadáveres no pueden ser enterrados sin que se propaguen virus y se generen enfermedades.
Dónde está el pueblo en el que está prohibido morir
Svalbard es un archipiélago con más de 10 islas de las cuales solo tres están habitadas: isla del Oso, Hopen y Spitsbergen. Las temperaturas del archipiélago pueden llegar hasta los 46 grados bajo cero por lo que sus suelos están constantemente congelados. El terreno formado por rocas y sedimentos amalgamados se denomina permafrost y desde hace años se encuentra en ese estado.
El pueblo en el que está prohibido morir y nacer pertenece a Noruega y está a casi 700 kilómetros al norte del territorio continental y 650 kilómetros al este de Groenlandia. Sus espectaculares auroras boreales constituyen uno de los principales atractivos turísticos de los que se nutre la economía local.
Los peligros de Svalbard
Aseguran que en Svalbard hay tantos habitantes -3.000- como osos polares. Aunque los sitios especializados aseguran que no se necesita un guía que brinde protección de estos animales a los visitantes, sí advierten sobre otro peligro: la rabia. Allí reside uno de los principales peligros del pueblo, ya que tanto animales vivos como muertos pueden contener el virus y contagiarlo a las personas.
A fines de los 90 se realizó una exhumación comunitaria de personas que habían fallecido durante una pandemia. Los investigadores constantaron que el virus que había provocado las muertes seguían activos. Aunque el potencial de contagio todavía estaba presente, el fenómeno permitió desarrollar una vacuna contra esa enfermedad.
Pero, como la muerte no es previsible, ¿qué pasa si alguien fallece en Svalbard? La gobernación del lugar tiene previsto un mecanismo según el cual se transporta al continente a la persona muerta, ya sea para su entierro o para su cremación.